21 de diciembre de 2010

Y entonces.

Me acordé de que esto existía.
No es que me haya propuesto abandonarlo, en parte me arrepiento de haberlo hecho.
Encontré comentarios que tienen casi un año de antiguedad, pero aún así, quisiera agradecer a los que se llegaron a dar un vuelta por aquí. Gracias.
Trataré de regresar más seguido, no poner de pretexto lo atareada que me tiene el colegio.
Es curioso entrar después de todo este tiempo y ver lo que mi yo de diecinueve años escribía.
Porque ya tengo veinte.
Por alguna razón me invade una sensación de ternura, no es nostalgia, no, no creo.

12 de febrero de 2010

Pareciera

Que desde que decidí dejar de suspirarte y asomarme por la ventana cada cinco minutos perdí mi capacidad de escritora. La poquita que tenía y que encontré en un frasquito en la alacena.
Aún te suspiro, de vez en cuando, pero el frasquito se ha roto y lo imprescindible se escapó.
Y yo sigo asomándome por la ventana.