22 de marzo de 2009

The albatross hangs motionless upon the air.

Por eso no me gustan los domingos.
Es verdad, descanso, me levanto tan tarde como quiera...
Pero tengo tiempo para pensar, y eso es, proba-blemente lo más peligroso que me pueda ocurrir, jajaja.
Normalmente me siento melancólica.
Mejor dicho, no es que lo haya pensado, desperté así.
Me recibió una mañana-casi-tarde muy gris y lluviosa, adoro cuando está así.
Pero en cuanto me incorporé en mi cama lo decidí: quisiera ver otra ciudad.

Diariamente-a excepción de sábado y domingo-, transito entre dos ciudades, incluso entre dos países, cruzo fronteras.

Mas no es suficiente. Quisiera ver el mundo. Me da tristeza pensar que no se me pueda cumplir este sueño, este anhelo. Aunque sé que mejor debería luchar por cumplirlo. Sólo que ahorita no es el momento, no importa que tanto lo desee. Hay tantas cosas allá afuera.
Y siempre trato de apreciar cada pequeño detalle, cada gota de agua en el cristal.
Sin embargo es común que me sienta atrapada y con una sensación de claustrofobia.
Desde cuándo se me empezó a hacer chiquito mi mundo? No me quiero aburrir de la vida, soy joven. De hecho no quiero estar aburrida ni de vieja.

Si no fuera por Josel...

No sé que haría.

Gracias.

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ellos murmuran y ladran.