2 de julio de 2009

Timidez.

Tal vez siempre será lo mismo.
Primero la mirada de él que se encuentra con la tuya.
Intentas bajarla pero luego piensas que mejor no, que ya es suficiente de cobardía y de suspiros y de hacer como que miras por la ventana.
Después llega el: Hola, ¿me puedo sentar?, a lo que tú respondes con un ligero movimiento de cabeza-cuello hacia arriba y abajo. Arriba, abajo, arriba.
Te preguntará tu nombre. Y en ese momento te regresará la cobardía e intentarás mirar de nuevo hacia la ventana.
¿Pero qué tal si no te lo encuentras afuera?. Que tal si...
Entonces sacarás lápiz y papel y él pensará que eres rara. Y luego la sonrisa. Y el vuelto del café. Y las sábanas.

2 comentarios:

ellos murmuran y ladran.