22 de enero de 2009

Piratas morbosos.

Advertencia: Murakami –al igual que los Beatles- produce addición, provoca numerosos efectos secundarios y su modo de narrar tiene algo de hipnótico y opiáceo.”

Es en la contraportada de Tokio blues. Norwegian Wood -el tercer libro de Haruki Murakami que leo- donde encuentro la cita textual mencionada arriba. Y pensé que no pudo haber nadie que lo describiera mejor. Sentí como si alguien me entendiera.
Creí que yo estaba mal por sentirme como si hubiera consumido LSD después de leer.
Los libros de este autor me provocan una especie de melancolía profunda, pero me gustan mucho, muchísimo, igual que
Videotape.
Isn’t it good? Norwegian wood... ♪

A falta de cosas que hacer en el trabajo, nuevamente estoy escribiendo.
Me pregunto si mucha gente “mata” el tiempo así o sólo soy algo excéntrica.
Al menos me emociona tener alguien que lea toda esta sarta de mensadas.
Libertad de expresión! Libertad de expresión expresada por los dedos! Yay!
Está bien... tal vez, quizá solamente tal vez, me han hecho daño los m&m`s.
Están ahí, todos juntos en un vaso. Me gusta como se ven todos juntos como formando un arcoiris sustituyendo el color morado por el café.
Qué tienen contra el color morado? Fascistas.
Yo me compré un pantalón de ese color y siento como si ya pudiera morir en paz.
Bueno, aún no! Hasta que lo estrene!

Acaban de hablar de Truong Giang Corporation. Venden té. De dieta.
Nuevamente tuve que hacer uso de mi atropellado inglés. But i came through!

Ayer fui al Southwestern College con Karen de nuevo para ver si podíamos resolver algo. Para ver si ocurría un milagro. Lo bueno que no creo en los milagros, así que no me decepcioné. No me dijeron nada que no supiera. Y mientras más me dicen lo mismo, más quiero arrojar todo y a todos por la borda. No soy fuerte. Aunque tengo la impresión (o será esperanza?) de que mientras más tiempo pasé me iré fortaleciendo.
Es verdad que nadie me dijo cuando correr y me perdí el disparo de salida.
Pero como cada quien va a su ritmo, no creo necesitar nada de eso.
Lo único que necesitaría después sería mi inhalador. *Risas*

Dos ventiocho. Estoy esperando mis papas fritas del In n`Out desde hace más de media hora y ya no creo tener hambre.
Afuera el cielo está cubierto por un nublado desuniforme.
Es muy agradable, al menos no incandila. Pero no ha llovido ni hace frío.

“-Sabes lo que me gustaría hacer ahora?- soltó cuando ya nos separábamos.
-No tengo la menor idea. Quién sabe qué te ronda por la cabeza!- comenté.
-Me gustaría que unos piratas nos hicieran prisioneros, que nos desnudaran y nos ataran con una cuerda.
-Y por qué tendrían que hacer algo así?
-Porque serían unos piratas morbosos.
-Me parece que aquí la única morbosa eres tú.
-Nos dicen que dentro de una hora nos arrojarán al mar, así que, mientras tanto, tratemos de pasarlo lo mejor posible, así, tal como estamos. Y nos meten en las bodegas.
-Y?
-Lo pasamos estupendamente durante una hora. Revolcándonos y retorciéndonos.
-Y eso es lo que te gustaría hacer ahora?
-Sí.
-Vaya!- Agité la mano.”

Y ése fué un fragmento del libro que estoy leyendo. No me malinterpreten por favor.
Hace daño ignorar las ganas de escuchar música en la mañana. Yo ignoré las mías de Vampire Weekend and I regret it!.
Llegaron mis papas. P-a-p-a-sssss.
Mi jefe me acaba de decir que me da veinte dólares si me como una hamburguesa. No. Sesenta. No. Cien. NO. Cualquiera pensaría que estoy loca. Tal vez lo estoy. Pero es demasiada su crueldad. A ver si cuando tenga cincuenta y ocho años no me acuerdo y me arrepiento.
O a lo mejor me siento orgullosa de mis principios y voluntad de acero. Ja ja, quién sabe.

1 comentario:

  1. aww, nunca he leído a Murakami
    ya me causaste curiosidad :O
    no te comas una hamburguesa, a menos de que se te antoje tanto que no puedas contenerte, en ese caso, no vayas contra tus instintos
    jaja, nunca lo he hecho, pero tampoco he sentido una necesidad de comerme una hamburguesa.

    ResponderEliminar

ellos murmuran y ladran.